PodcastReflexiones en RAWViajesNoruega

Atrapados en un hotel de montaña de Noruega

4 minutos de lectura
Atrapados en un hotel de montaña de Noruega - Alejandro en RAW

Llevamos varios días en Noruega. Nos encontramos al noroeste de Oslo recorriendo los parques nacionales de Jostedal y Jotunheimen. Concretamente nos estamos alojando en el Sognefjellshytta, un hotel de montaña inmerso en pleno Parque Nacional de Jotunheimen. La región es una cadena montañosa que representa las tierras altas de Noruega, donde se encueran las cimas más elevadas de toda Escandinavia. Estamos rodeados por glaciares, lagos, ríos que se descuelgan por enormes cascadas y densos bosques que hemos recorrido y fotografiado durante los últimos dos días. Pero justo hoy tenemos un día muy lluvioso que nos mantiene “atrapados” en este hotel aislado en la alta montaña de Noruega.

Escucha este contenido en versión podcast

Mientras esperamos una ventana de buen tiempo que nos permita salir a dar un último paseo cerca de los glaciares, tenemos el espacio y el tiempo perfecto para hablar sobre nuestra experiencia aquí.

Y es que Noruega es un país gigantesco que ocupa toda la costa oeste-norte de la península escandinava. Esta es una enorme lengua de tierra llena de fiordos, montañas, bosques, glaciares y naturaleza en estado puro que transcurre desde la frontera marítima con Dinamarca en el sur hasta Cabo Norte, el punto más al norte de Europa continental, en pleno círculo polar ártico. Con esta grandeza, y sin grandes pretensiones, Noruega atesora una riqueza natural desbordante, acumulando maravillas a cada paso que están ahí como si nada, repartidas por sus más de 385.000 kilómetros cuadrados, sin avisar, como algo frecuente y rutinario para a penas 5,5 millones de habitantes (Statistics Norway, 2024) que disfrutan de su territorio con muy poca densidad poblacional. Esta abundancia en términos de riqueza natural es el principal orgullo de los noruegos, que viven y protegen el entorno como parte irrenunciable de su identidad.

El turismo aquí es diferente: lento, tranquilo, oculto, principalmente interior de la propia Noruega y los países escandinavos vecinos. Nos cruzamos con muchos viajeros por carretera en sus vehículos camper, así como también con cicloturistas, senderistas, tiendas de campaña en libertad permitida, pero sobre todo transitamos por lugares exquisitamente limpios y sin ningún rastro del turismo de masas. Además, aquí no parecen tener interés en este negocio, puesto que el sector no alcanza ni el 2% del PIB del país (ICEX, 2023). Su riqueza económica, en cambio, procede de otros sectores estratégicos: servicios y energía, principalmente procedente del petróleo y el gas. Algo que llama la atención es que la gasolina en Noruega es carísima (todo lo es) pese a ser un país productor de petróleo, ya que el estado mantiene blindados sus sectores estratégicos con fuerte impuestos para destinar su recaudación casi íntegramente a la financiación del sector público y las prestaciones sociales, en una economía que además se encuentra bien repartida entre sus ciudadanos con más de 80.000€ de renta media por habitante (ICEX, 2023) y el segundo mayor índice de desarrollo humano (IDH) del mundo, solo superado por Suiza (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, 2024).

Viajar por aquí es una pasada. El road trip que estamos haciendo desde Oslo por la región de Jotunheimen es tan espectacular como inexplicable porque no paras de ver maravillas naturales increíbles sin anunciar por sus carreteras estrechas y simples apartaderos con mesas para comer, espacios para la acampada libre e incluso cabinas de madera abiertas para que cualquiera se refugie y pase la noche con seguridad. Todo está impecablemente limpio y sin ostentaciones: simple, natural, RAW, hecho para viajeros, no para turistas. Por otra parte, los noruegos son fríos y distantes, pero muy educados y eficaces. En definitiva, se trata de un país espectacular en el que desconectar y del que aprender estando incluso “atrapados” por la lluvia en el hotel, el espacio perfecto para reflexionar y realizar este podcast mirando por la ventana, además la hospitalidad noruega incluye café y té ilimitado. Aquí todos los huéspedes están haciendo lo mismo, los viajeros pacientes disfrutan en los sillones del salón del hotel, bajo la gran estructura de madera y cristal, diseño escandinavo por excelencia, leyendo, escribiendo, esperando para salir a recorrer el paisaje.

Ahora espero que el tiempo mejore y podamos salir a visitar a pie los glaciares que tenemos a pocos pasos. Casi no hay margen de tiempo, ya que mañana nos vamos a Oslo. Si no mejora habrá que desafiar de nuevo al sistema sanitario noruego, pero si sale todo bien nos escuchamos de nuevo desde Oslo en el próximo episodio.

Hasta entonces, suscríbete a tu canal favorito de podcasting para no poderte la próxima entrega y te invito a suscribirte a la newsletter para poder avisarte cuando se publique un nuevo contenido en la web (por ejemplo: itinerarios de Noruega muy pronto). Además, recuerda que si conoces a alguien a quien este podcast pueda servirle de ayuda, no dudes en enviárselo ya mismo.

¡Hasta pronto!

10 publicaciones

Sobre el autor
Aquí comparto una visión del mundo a través de los lugares, las historias y las reflexiones que transcurren viajando con mi cámara en versión RAW. Más información sobre mí >
Articles

Newsletter

Si te ha gustado este contenido, suscríbete a la newsletter para que sigamos en contacto. Recibirás un email con cada nuevo contenido publicado en la web (sin spam, por supuesto).

    He leído y acepto la Política de privacidad.

    Deja una respuesta

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *